¿Alcanzan las mujeres los puestos directivos?

Si bien nos insertamos en el mercado laboral en el siglo pasado y ascendimos muchos peldaños en pocas décadas, las mujeres en puestos directivos​ aún somos minoría. Necesitamos ocupar más roles decisivos dentro de las organizaciones para compartir el mundo del trabajo codo a codo con los varones. ¿Será esto posible?

Somos pocas las mujeres directivas en España

Las mujeres directivas representamos un 27 % dentro de las compañías españolas. Si bien ocupamos desde hace años las mesas de negociaciones, donde nuestra voz y voto son cada día más valorados, todavía las culturas organizacionales deben dar un salto cualitativo para que al fin podamos celebrar la igualdad con los varones.

Los expertos en la materia aseguran que, para que ello ocurra, la diversidad dentro de las empresas deberá sostenerse y defenderse como un baluarte fundamental. Eso no suena descabellado si se tiene en cuenta que, en nuestro país, el 57 % de los empresarios ansía que el actual Gobierno impulse políticas de igualdad.

Además, los entendidos en temas de género dentro del campo laboral alegan que para que las cabezas de equipo seamos mujeres, la igualdad de oportunidades y de salarios respecto de los varones deberá promoverse desde las categorías laborales junior. ¿Qué significa? Que si las mujeres comenzamos a avanzar dentro de una organización desde los puestos iniciales, seremos capaces de llegar sin obstáculos a los puestos de mando. Si es que logramos romper el techo de cristal.

El tristemente famoso techo de cristal que no nos deja avanzar

Se denomina así a la limitación velada (no manifiesta, invisible pero real) del ascenso profesional de las mujeres al interior de las empresas.​ Ingresamos a una organización con el pie derecho, avanzamos y ganamos espacios, pero para ocupar puestos de mando y responsabilidad, oh casualidad, eligen a varones. ¿Por qué? Ellos no se embarazan, no se ausentan cuando sus hijos tienen fiebre y, en su mayoría, presentan menos inconvenientes a la hora de viajar por trabajo y faltar en casa por unos días o semanas… Y vamos a decirlo: porque todavía resta mucho por hacer.

Por fortuna, cada vez más grupos empresariales entienden que fomentar el talento femenino, además de favorecernos, juega a favor de las organizaciones. Sí, porque nuestro punto de vista y nuestro modo de hacer y pensar en puestos decisivos aporta una actitud diferente y un pensamiento alternativo al tradicional. Ello ha demostrado ser efectivo y rentable para las compañías. Y por ello hoy las grandes empresas buscan a mujeres como cabeza de equipo de trabajo.

Todas resultan muy buenas noticias. Porque si bien no llegamos donde queremos, vamos por el buen camino. Siempre contando con el apoyo de las políticas públicas, indispensables ya que el esfuerzo individual es importante, pero no basta para profundizar el cambio de cara al futuro. De hecho, hoy podemos decir que la igualdad de género en el mundo laboral seguirá siendo tendencia.

Como verás, si bien el número de mujeres en puestos directivos​ es todavía bajo, es palpable un cambio de paradigma en el mundo del trabajo. De todas depende promoverlo y fomentarlo. ¡Adelante!