Los paisajes nevados, la Navidad, los jerséis suaves, el chocolate caliente… Está claro que el invierno es una época llena de cosas buenas. Sin embargo, también suele traer consigo un aumento en la factura energética. Para que puedas sortear este inconveniente y disfrutar al máximo de la estación, hemos recopilado una serie de consejos que te ayudarán a reducir los gastos familiares. ¡No te lo pierdas!
¿Cómo reducir los gastos familiares y ahorrar en invierno?
El coste de la energía no para de subir y el invierno está a la vuelta de la esquina. Por eso es el momento de empezar a pensar en cómo incrementar el ahorro familiar en esta época del año. En este sentido, debes saber que existen ciertas prácticas y acciones que pueden marcar la diferencia a final de mes.
1. Apuesta por los aislamientos térmicos
Una de las claves para no gastar tanto en invierno es contar con un buen aislamiento térmico. Gracias a él, podrás reducir hasta la mitad del consumo energético según apunta la Secretaría General de Energía.
¿Cómo conseguirlo? En primer lugar, se recomienda recubrir las paredes con materiales como el poliestireno extruido, el poliestireno expandido, el poliuretano, la lana mineral o las placas de yeso laminado. Además, es preciso prestar atención a las puertas y las ventanas que son las zonas más conflictivas, porque son los sitios por donde se suele escapar el calor. Para evitarlo, lo ideal es instalar ventanas de cristal doble y colocar burletes en los marcos.
2. Haz que tu hogar sea más acogedor
La estética y la funcionalidad deben ir de la mano en cualquier vivienda. Así pues, hay que adecuar la decoración a las necesidades de cada época del año.
En invierno, puedes lograr que tu casa sea mucho más agradable y acogedora introduciendo unos cuantos cambios. Por ejemplo, colocar alfombras, cortinas gruesas y mantas aportará mucha calidez al ambiente. Tampoco te olvides de la iluminación. Apuesta por las luces cálidas y las velas para hacer de tu hogar un lugar más amable durante el invierno. ¡Y sin gastar de más!
3. Aprovecha la luz del sol
Otro de los consejos para ahorrar es aprovechar al máximo la radiación solar. Aunque en esta época del año la presencia del astro rey está bastante limitada, todavía puedes beneficiarte de su energía durante unas cuantas horas todos los días.
Para ello, sube las persianas, retira las cortinas y deja que los rayos inunden el interior de las habitaciones. No solo evitarás encender la luz, también servirá para calentar la casa. Cuando veas que se está haciendo de noche, procede a cerrar las cortinas y las persianas para que el calor se conserve.
Para ventilar y limpiar el hogar, opta siempre por el mediodía que es cuando hay más calidez en el ambiente. Igualmente, recuerda hacerlo con la calefacción apagada o estarás desperdiciando muchísima energía sin darte cuenta.
4. Usa ropa de abrigo
A veces, ni siquiera es preciso encender la calefacción si escogemos la ropa adecuada para estar por casa. En este sentido, los leggins de pelo por dentro y las camisetas térmicas se convertirán en tus grandes aliados durante el invierno. Con estos dos elementos crearás una buena base para estar cómodo y caliente y, después, podrás ir añadiendo capas según lo vayas necesitando.
Para las noches, los pijamas de franela son un clásico. Cómodos, suaves y cálidos, resultan perfectos para preservar nuestro calor corporal. Además, no dudes en añadir más mantas a tu ropa de cama si lo precisas.
5. Calefacción sí, pero con sentido
Es evidente que la calefacción supone uno de los principales gastos en invierno. Por tanto, hay que emplearla adecuadamente. No es necesario renunciar por completo a ella, sino saber sacarle partido. Por ejemplo, no tiene sentido encenderla si no vas a estar en casa. Tampoco es imprescindible activarla en todas las estancias, solo en aquellas en las que vas a estar. Asimismo, recuerda que no tiene por qué estar siempre encendida, puedes aprovechar el calor residual.
Otro punto importante es la temperatura. No hay que volverse locos a la hora de subir el termostato. Durante el día, la temperatura del hogar debería rondar los 21º C como máximo; mientras que, por la noche, lo ideal es que se sitúe entre los 15º C y los 17 º C.
Aparte de esto, es esencial que no tapes los radiadores. Pese a que es habitual que la gente los use para secar ropa, esta costumbre hace que se dispare el consumo energético.
6. Considera otras fuentes de energía y calefacción
En el hogar, puedes decantarte por otros sistemas más económicos con los que calentar el interior. Por ejemplo, estufas de leña, las de pellets, las calderas, los radiadores eléctricos de bajo consumo o las bombas de calor.
De igual modo, si quieres ir un paso más allá y reducir también el impacto ambiental, otra alternativa es apostar por las energías renovables. Es el caso de la energía fotovoltaica que permite transformar la luz del sol en energía y agua caliente.
7. Utilizar electrodomésticos de bajo consumo y las horas valle
Si tienes pensado renovar tus electrodomésticos, te recomendamos optar por modelos con clasificación energética A o superior. Puede que sean algo más caros que los tradicionales, pero se amortizan en seguida gracias a que consumen mucha menos electricidad, lo que se ve reflejado, mes a mes, en la factura de la luz.
Cuentes con electrodomésticos de bajo consumo o no, es importante saber cuándo emplearlos. En este sentido, cobran relevancia las horas valle, es decir, aquellas en las que las compañías eléctricas ofrecen tarifas más bajas. Para disminuir al máximo el gasto, puedes aprovechar estos periodos para programar lavadoras, secadoras, lavavajillas y otros electrodomésticos.
8. Ahorra en el seguro de vida desvinculándolo del banco con Piensin
Contratar un seguro de vida en un banco puede costarte mucho más que hacerlo con una aseguradora; en algunos casos, la diferencia supera los 200 euros anuales para una póliza similar. De hecho, estudios de Inese Data y Global Actuarial han demostrado que el coste de un seguro de vida riesgo en una entidad bancaria puede ser hasta un 65% mayor en comparación con aseguradoras independientes. Por ejemplo, asegurar un capital de 30.000 euros con coberturas de fallecimiento e invalidez permanente absoluta puede costar menos de 100 euros al año con una aseguradora, mientras que ese mismo seguro en un banco supera los 167 euros.
En Piensin, te ayudamos a sacar el seguro de vida del banco para obtener el mejor precio y una mayor transparencia. No importa si tienes la hipoteca bonificada o vinculada con el banco, siempre es posible ahorrar dinero desvinculando el seguro. En muchos casos, el ahorro puede superar los 500 euros al año, sin comprometer la cobertura de tu seguro de vida. Además, en Piensin podemos realizar un estudio personalizado de tu caso para mostrarte cuánto podrías ahorrar. Nos encargamos de gestionar todo el proceso para que encuentres la opción más asequible y con todas las garantías que necesitas.
Siguiendo estas directrices que te hemos indicado, podrás reducir los gastos familiares este invierno. ¡Contáctanos para saber más!