La terapia familiar puede ser una gran alternativa para solucionar los posibles problemas que puedan surgir, ya que, en la mayoría de las familias, surgen determinadas situaciones o problemas que deben afrontarse unidos. Sin embargo, hay algunos conflictos que es mejor resolver junto con un profesional, por eso, en este artículo queremos hablar sobre cómo ir a terapia puede beneficiar a toda tu familia.
Beneficios de contar con un psicólogo para la familia
– Mejora la comunicación. Durante la terapia, hay una constante comunicación entre la familia y el psicólogo, quien da la oportunidad a que todos los integrantes de la terapia puedan expresarse, decir cómo se sienten, y qué visión tienen al respecto. Así, no habrá lugar a que ocurran discusiones indeseadas ni interpretaciones distorsionadas, mejorando la comunicación entre la familia.
– Se refuerzan las relaciones. En ocasiones, hay relaciones familiares que tienden a tensarse y dificultan la convivencia en casa, por eso, acudir a terapia puede ayudarnos a consolidar y mejorar nuestras relaciones con los familiares, ya sea con nuestra pareja, nuestro hijo o incluso nuestros padres.
– Permite hablar de problemas que no sabíamos que existían. Al expresarnos y decir todo lo que pensamos y sentimos, podemos revelar algunas situaciones conflictivas o problemas que ni siquiera sabíamos que existían. Ser sinceras y hablar de aquello que nos molesta o nos hace sentir incómodas es el primer paso para solucionar los conflictos familiares.
– Apoyo entre los miembros de la familia. Al contar nuestros pensamientos y frustraciones, nos sentiremos más apoyadas por nuestros seres queridos, que podrán saber cómo nos sentimos y nos ayudarán a gestionar algunas situaciones estresantes, como pueden ser una enfermedad, una adicción, una situación de acoso, etc.
– Resolver problemas psicológicos o de conducta individual. Ante determinadas conductas indeseadas, ya sean por parte de adultos o de hijos, podemos sentirnos frustradas y sentir que no tienen solución. Sin embargo, podemos pedir ayuda y tratar de resolver las actitudes o conductas negativas por parte de algún miembro de nuestra familia hablándolo directamente y de forma sincera con la persona. Así, el psicólogo puede moderar y corregir las situaciones que puedan hacernos sentir mal y mejorar la actitud y las conductas.
¿Qué tipo de problemas pueden tratarse en una terapia familiar?
Durante todas las etapas de la vida, surgen determinadas situaciones que pueden estresarnos y perjudicarnos emocionalmente. Desde niños hasta adultos experimentan conflictos en sus entornos, tanto laborales como familiares. Algunos de los problemas que pueden solucionarse con terapia son:
– Parejas que quieren mejorar la comunicación y su relación.
– Padres primerizos que quieren saber cómo afrontar la nueva situación.
– Problemas en las relaciones entre padres e hijos.
– Familias en las que hay algún integrante que padezca una enfermedad.
– Situaciones traumáticas acontecidas en la familia: casos de acoso, drogadicción, etc.
Cualquiera puede beneficiarse de una terapia familiar. Todas nosotras pasamos por mejores y peores momentos, y en ocasiones es mejor contar con un profesional que nos asesore y nos guíe para enfrentarnos a los conflictos y mejorar las relaciones familiares. Por eso, si tienes algún problema, te animamos a consultar tu situación con un psicólogo que pueda ayudarte.