Existen diferentes estudios que avalan que la jornada intensiva es la mejor para que consigamos finalmente llevar a cabo una conciliación laboral con la vida personal. Un horario continuo de trabajo que no tenga pausas es un horario mucho más productivo tanto para las empresas como para los propios empleados.
Posiblemente a ti, como a muchas de las personas que lean este artículo, te es imposible llegar a conciliar la vida social con la laboral, y la situación se agrava todavía más cuando hablamos de querer mejorar y desarrollar una carrera profesional sin tener que dejar un poco más de lado la vida personal. Este es uno de los principales motivos por el que muchas personas empleadas de distintas organizaciones, quizá tú misma, se sienten insatisfechas en sus puestos de trabajo.
Son muchos los beneficios que podemos esgrimir de una jornada continua y ahora pasamos a destacar unos cuantos.
Ventajas de la conciliación laboral
– Reducción del estrés. Tener más tiempo para descansar después del trabajo y además poder llevar a cabo otras actividades, como pasar tiempo con la familia o encontrarse con amigas, ayuda a que reduzcamos el nivel de estrés. Seguro que estás de acuerdo en que el día cunde más y se convierte en más productivo, tanto por el tiempo que pasamos en el trabajo como el que pasamos fuera.
– Nos ayuda a aumentar considerablemente la autoestima. Esto se debe a que, como comentábamos anteriormente, tenemos más tiempo para realizar actividades que proporcionan bienestar, consiguiendo así alcanzar los objetivos marcados.
– Tiempo para hacer deporte. Esto es indispensable, ya que nos ayuda a liberar endorfinas y mejorar el humor. Ten en cuenta que no es necesario hacer deporte extremo, sino, simplemente, moverse más de lo habitual, ya sea salir a caminar o ir una hora al gimnasio.
– Las propias empleadas y empleados se convertirán en los mejores embajadores de la empresa. Todas las personas son más felices trabajando para una marca de la pueden sentirse satisfechas.
– La inversión energética de la empresa se reducirá de manera considerable ya que las horas en las que se trabaja podrán coincidir con la luz natural, por lo que se reducirá el gasto de luz artificial. Lo mismo ocurre con otros gastos fijos como el agua, que también podrá ver reducida sus costes.
Entonces, ¿jornada intensiva sí?
El trabajo considerado como más flexible, es decir de jornada continua, puede ayudar a reducir el absentismo laboral y la accidentalidad. Podrá llegar a convertirse en un símbolo de marca a destacar para la organización por lo que se traducirá en un espacio mucho más atractivo para trabajar, consiguiendo así mejor reputación.
Como imaginarás, ciertas políticas laborales deben volver a orientarse en la mejora de la conciliación de la vida laboral con la vida personal, consiguiendo así personas felices en sus puestos de trabajo y, por lo tanto, un ambiente de trabajo mucho más positivo. Llevar a cabo todos estos cambios hará que todas las personas de la organización sean más productivas porque estarán mucho más motivadas.
¿No son estos suficientes motivos para instaurar la jornada intensiva en las empresas? ¿Cuál es tu opinión?
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