¿Es viable celebrar San Valentín con niños? O, por el contrario, ¿tener hijos supone despedirse de la posibilidad de disfrutar en el Día de los Enamorados? En realidad, es posible vivir esta efemérides de una manera especial con o sin hijos. Es una cuestión de actitud. Sin duda, está en tu mano pasarlo muy bien y aprovechar esta fiesta para cohesionar tu pareja… e incluso a tu familia.
En este artículo, queremos ayudarte a decidir mejor cómo pasar San Valentín. ¿Hasta qué punto procede compartir los festejos con los peques o conviene recurrir a momentos más íntimos, solo de pareja?
Por cierto, ¿sabes que esta fecha especial se conmemoraba ya en Roma durante el siglo III? Aunque ahora tiene un cierto halo comercial, su origen se remonta muchísimo más atrás. ¿Quieres conocer su génesis?
¿Qué significa el Día de los Enamorados para las parejas?
San Valentín se celebra en muchos países del mundo para conmemorar el amor y la unión de las parejas. Los historiadores coinciden en ubicar los inicios de esta fiesta en el Imperio Romano. Algunos aluden a sus raíces en las fiestas paganas de la antigua Roma, como las Lupercales, donde se honraba a la fertilidad y al amor.
Más constatable es su vinculación al sacerdote cristiano Valentín. Durante el reinado del emperador Claudio II, se prohibió el matrimonio entre jóvenes porque se creía que los hombres solteros eran mejores soldados. Valentín desafió esta orden y siguió casando en secreto a parejas.
Finalmente, se descubrió lo que hacía. Fue arrestado, primero, y condenado a muerte después. Antes de ser ejecutado, envió una carta de amor a la hija de su carcelero y la firmó con la leyenda «De tu Valentín». Desde entonces, San Valentín ha sido considerado el patrón de los enamorados. Su festividad se celebra cada 14 de febrero con el propósito de expresar el amor y el afecto hacia nuestras parejas.
¿Qué supone el Día de los Enamorados para las parejas?
Verdaderamente, el amor se vive todo el año; no solo en ciertos días concretos. Algunos aluden al carácter comercial de esta conmemoración y, en parte, tienen algo de razón. Sin embargo, es una fecha estimulante que permite festejar las relaciones amorosas en la intimidad.
San Valentín es una oportunidad, señalada en el calendario, de poner el foco en esos vínculos que nos unen en pareja.
No es necesario tirar la casa por la ventana, gastar mucho ni llenar las redes sociales de mensajes, imágenes y audiovisuales relacionados. En realidad, lo bonito de este día es pasarlo con él o con ella, regalaros momentos especiales y construir recuerdos memorables que siempre te acompañarán.
La esencia de esta ocasión especial consiste en celebrar el amor y fortalecer los lazos emocionales. Es decir, se trata de aprovechar la oportunidad de expresar el cariño y la admiración hacia el amado o la amada de una manera más intensa y romántica.
Intercambiar regalos simbólicos, planear citas especiales y compartir palabras de amor sirve para recordar y poner en valor el compromiso mutuo. ¿Hay un momento mejor para renovar los votos de amor y fidelidad? Asimismo, es una fantástica oportunidad para reflexionar sobre la importancia del amor en nuestras vidas, mientras nos esforzamos por cultivar una relación saludable y feliz.
San Valentín con niños, ¿cómo incluirlos en esta celebración?
Ahora bien, ¿es oportuno celebrar San Valentín en familia? Las parejas con hijos suelen tener dudas razonables sobre cómo conmemorar este día. ¿Es conveniente hacer algo con ellos e incluirlos en nuestros planazos de pareja?
De entrada, parece algo incongruente porque, desde luego, esta fecha tiene un marcado componente íntimo. Los protagonistas son los dos enamorados, el resto siempre resultan prescindibles.
Sin embargo, cuando se busca construir familia cualquier oportunidad es aprovechable. Más aún al tratarse del amor. Incorporar a tus peques a esos acontecimientos conmemorativos les permite vivir el amor en familia de un modo diferente. Asimismo, supone un plus de autoafirmación y hogar amoroso saber que los papás se quieren y se regalan momentos especiales.
Dicho de otro modo, festejar San Valentín con niños es perfecto para enseñar y compartir el amor en sus distintas versiones. De este modo, cada 14 de febrero ellos rememoran su significado y lo comparten con sus padres.
¿Por qué involucrar a los niños en la celebración del amor?
Repetimos: incorporar a los niños en esta celebración es una forma maravillosa de enseñarles el valor de las relaciones amorosas, la amistad y el afecto. También sirve para acostumbrarlos, con naturalidad, a expresar y compartir sus sentimientos con las personas amadas.
Por lo tanto, parece buena idea contar con ellos en algunas celebraciones valentinas —probablemente, no en todas—. La cuestión ahora es decidir cómo hacerlo para que sumen, disfruten y se cumplan nuestros objetivos.
¿Qué podemos hacer con ellos? Seguro que, en este listado, encuentras fuentes de inspiración valiosas para adaptarlas a tu familia:
- Hacer manualidades juntos. ¿Y si les pides que te ayuden a crear tarjetas o regalos hechos a mano, para expresar su amor hacia sus seres queridos?
- Organizar un día especial en familia, compartiendo actividades relacionadas con el amor. Por ejemplo, una cena romántica, un taller o una sesión de fotos temática.
- Animar a los niños a escribir cartas o poemas de amor para sus padres o hermanos. Es una estupenda forma de alimentar la expresión emocional y la creatividad.
- Decorar la casa con motivos amorosos. Cuenta con ellos también para generar ideas, no solo para hacer lo que les pides.
¿Una conclusión útil? Si involucras a los niños en la celebración del amor, fortaleces los lazos familiares y aprenden la importancia de expresar su cariño hacia los otros.
Ideas de celebraciones íntimas con tu pareja… cuando los peques duermen
¿Sinceramente? Pensamos que las parejas con hijos no deben renunciar a sus momentos de intimidad valentina. Por mucho que disfrutes —y debe ser así— compartiendo estos instantes con los peques, es emocionalmente saludable que también celebres San Valentín en pareja… y solo en pareja.
Lo mejor es aprovechar que ya se han acostado los chiquitines de la casa para regalaros esa experiencia bonita y divertida. Cuando los niños duermen, se crea un ambiente tranquilo y relajado que conviene aprovechar para cultivar el romance.
¿Qué podéis hacer entonces? Desde luego, no es posible soltar una traca de petardos ni bailar con la música a tope. Pero tampoco es necesario. Seguro que os apetece más, por ejemplo:
- Montar una cena íntima en casa. ¿Qué te parece incluir una degustación especial de chocolate, vino, fruta cortada o cualquier otro manjar que te enamore? Infórmate sobre cuáles son los 20 alimentos más saludables y utilízalos en este banquete romántico.
- Ver una película juntos, cuidadosamente elegida según los gustos que os unen.
- Conversar y compartir vuestros pensamientos y sentimientos.
- Mirar la luna juntos, abrazaditos o estrechándoos las manos.
- Permanecer abrazados en el sofá. ¿Se te ocurre algo mejor que disfrutar de vuestra presencia y todas las sensaciones que os transmite?
Por lo tanto, celebrar San Valentín con niños es una buena idea, aunque te conviene pasar también tiempo a solas con tu pareja. Tras leer este post, seguro que tienes más claro cómo aprovechar al máximo esta conmemoración y mejorar, al mismo tiempo, tu pareja y tu familia.