¿Eres de las personas que están siempre en tensión y son incapaces de relajarse?
En una sesión de meditación ¿te pones a pensar en aspectos negativos de tu pasado y tu futuro en ves de relajarte?
¿Te sobresaltas cuando suena el teléfono o escuchas un ruido extraño?
¿Sueles estar cansada la mayor parte del día y te falta la energía incluso para las tareas cotidianas?
¿Te quedas dormida en cualquier sitio y después sufres de insomnio y pesadillas al acostarte en la cama?
¿Te despiertas agotada, como si no hubieras descansado suficiente?
¿Eres de las que hace una montaña de un grano de arena?
¿Siempre estás preocupada por algo, aunque sean nimiedades para otros?
¿Necesitas tener todo y a todos bajo control y cuando no lo logras caes en picado?
Y sin embargo, ¿piensas que estás perdiendo el control de tu vida, que eres incapaz de darle sentido y organizarla?
¿Tienes problemas para concentrarte y te distraes con facilidad en tareas poco relevantes?
¿Cada día eres más indecisa y tardas horrores en tomar decisiones por lo que arrinconas las tareas pendientes?
¿Consultas constantemente el email y el móvil también en vacaciones?
¿Crees que tienes un carácter demasiado sensible y todo te afecta?
¿Reacciones de manera desorbitada ante pequeños problemas laborales o familiares?
¿Eres tan pesimista que siempre piensas que si alguien querido se retrasa es porque le ha ocurrido algo horrible?
De hecho, ¿te tomas a título personal cualquier cosa que salga mal en tu entorno?
¿Estás demasiado pendiente de las funciones de tu organismo, como los latidos del corazón o los pinchazos?
¿Sufres habitualmente dolores o sensación de presión en la cabeza?
¿Padeces temblores, sensación de ahogo, sudor excesivo o taquicardias?
¿Estresada?
Eres una persona fuerte y estable
Capaz de salir adelante y resurgir como en Ave Fénix, incluso cuando los problemas son importantes y la suerte te da la espalda. Piensas en positivo, lo que lleva a que tus allegados te pidan consejo porque siempre sabes encontrar una alternativa y dar esperanza.
¿Estresada?
Tienes recursos para enfrentarte a los contratiempos de la vida
Aunque en alguna ocasión te faltan fuerzas para levantarte de nuevo. Lo importante es que creas en ti, en que puedes hacerlo y te enfrentes a los problemas con serenidad. Y si aparecen pensamientos negativos, prueba a negarlos y cambiarlos por recuerdos agradables o pensando en alguien que te haga sentir bien.
¿Estresada?
Demasiado vulnerable a los contratiempos
El origen puede estar en tu propia personalidad inquieta o en malas experiencias anteriores. Aunque resulta difícil ver el vaso medio lleno de repente, sí que es posible ir aprendiendo a ser más optimista. Piensa que todas las situaciones tienen una parte buena y otra mala y esfuérzate por centrarte más en lo primero. Y si llegas al conclusión de que tu vida no te gusta ¡cámbiala! Siempre hay una alternativa.
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